Karamanchel

Una de las personas más importantes de mi vida siempre dijo que “la realidad es lo que uno hace de ella”, no entendía mucho esta frase hasta ahora…

Soy la segunda de tres hermanas y siempre fui exigente conmigo misma, quise cumplir con expectativas que implícitamente mi padre me había impuesto y me puse una coraza para ser fuerte. Mi gran escape en ese tiempo fue la danza folklórica, siempre he dicho que llevo el llamo en la frente, y pensé que mi vida y mi destino ya estaba trazado.

Luego al salir de mi casa y por las vueltas que da la vida, supe lo que es caer en un hoyo. Yo que tenía mi vida tan planificada me encontré perdida en el desierto y por poco me quedé allí. Pero me acorde que dentro de mí esta la fortaleza de mi madre y el coraje de mi padre, y que por ningún motivo iba a permitir que mi vida se derrumbará sin luchar. Poco a poco fui saliendo de la oscuridad y mi ángel guardián ha puesto personas maravillosas en mi camino.

Ahora mi vida esta tomando forma, acabo de salir de la Universidad con el título de Psicóloga y próximamente estaré preparando mi matrimonio con el hombre que amo. He vuelto ha sonreír y me siento orgullosa por lo que he logrado.

Como pueden ver soy una mujer de pocas palabras y de mucho sentimiento, el teatro me ayuda a experimentar diferentes emociones y es la libertad que tanto he anhelado y a pesar que soy la que tiene menos experiencia en la tablas, el aprendizaje que me han entregado los karamanchelos no tiene comparación alguna.

Harta mierda, mierda para nuestra gran función. LA PROPIA VIDA.